«Levanten todos la mano derecha - y recuerden lo que decimos en Wall Mart, que promesa que hacemos es promesa que cumplimos - y repitan conmigo: De hoy en adelante, prometo solemnemente que cada vez que un cliente se me acerque a tres metros de distancia , le sonreiré, lo miraré a la cara y lo saludaré. Y que Sam me sirva de testigo» -Sam Walton
Fundador de WAL-MART, hablando por una cadena de TV por satélite a cien mil empleados de
Wal-Mart, a mediados de los años 80.
La Excelencia Personal es un proceso de mejoramiento continuo y armónico de todas las facetas y dimensiones del ser humano (corporal, espiritual, mental y socioafectiva). Por ser proceso no acaba nunca, siempre se puede mejorar, crecer, ya que el ser humano es perfectible.
La Excelencia Personal trae consigo hacer las cosas lo mejor que se pueda, dedicar todo el esfuerzo y energía a cada tarea y a cada relación, según las posibilidades y aptitudes que cada persona posea.
Practicar la Excelencia Personal no es tratar de ser mejor que los demás, sino tratar de dar lo mejor de sí; es el esfuerzo guiado por un propósito noble.
La Excelencia Personal es diferente del éxito o del triunfo, pues se mueve en el ámbito del ser. La acción es un medio para perfeccionar el ser construyendo hábitos.
Hacer las cosas a medias, desfallecer ante el primer obstáculo, llevar una vida poco estimulante y fructífera, actuar como si nada ni nadie importara; son comportamientos ajenos, opuestos a quien busca la excelencia personal.
¿Cómo alcanzar la Excelencia Personal?
A continuación una buena herramienta que ayuda en La búsqueda de la Excelencia Personal.
El Decálogo de la Excelencia Personal
1. La Excelencia comienza con un conocimiento realista de uno mismo: fortalezas y debilidades.
2. No hay Excelencia sin exigencia. No hay calidad personal sin esfuerzo. Vencer la pereza y la comodidad es el inicio de la excelencia.
3. Sea sincero con usted mismo: no confunda lo que es con lo que le gustaría ser. Pregunte a los demás cómo lo ven, ello le ayudará a conocerse mejor.
4. La Excelencia supone repetición de acciones buenas. La fuerza de voluntad se adquiere por repetición de;hábitos que requieren esfuerzo. Por eso, pase a la acción: no se quede en buenos deseos.
5. La agresividad, los complejos, los miedos, las manías, van minando la propia seguridad.
6. La envidia y el orgullo son autodestructores de la Exce-lencia.
7. Dos síntomas de autoestima inapropiada: mirar a los demás con aires de superioridad y la falta de confianza en uno mismo.
8. La Excelencia Personal es un proceso de mejoramiento continuo para desterrar hábitos negativos y adquirir otros positivos.
9. Cuando quiera decir sí, dígalo; cuando quiera decir no, tam¬bién. Atrévase y no se sienta mal por decirlo. Pero hágalo con buenas maneras.
10. La Excelencia es el convencimiento de que con la ayuda de los demás y de Dios, unidos al esfuerzo personal, puede ser mejor cada día.
Fuente: deganadores.com